¿Qué es lo que sucede realmente con los seres humanos?
Ayer, estaba viendo un documental, llamado «Instinto Asesino», de una serie llamada «redes», en fin. Me pareció interesante ya que el capítulo está enfocado en mostrar o más bien, dar a entender, que en la mayoría de los seres humanos, se encuentra presente el instinto asesino… Es curioso, porque si hablamos de estadísticas, entrevistas que se han realizado, son grandes los porcentajes de las personas que han pensado al menos una vez en su vida, en matar a alguien, por ende, este instinto es más grande o fuerte en los hombres.
Por lo mismo, si nos enfocamos en los asesinatos, la mayoría son hombre que mata a otro hombre. Es lo más usual, se podría decir, he aquí cuando se toma en cuenta que somos seres de sangre caliente.
Siguiendo el paso, continúa el detalle, hombre que mata a mujer…
La mayoría de las ocasiones, ha sido por alguna cuestión de índole sexual, es decir, que la mujer le haya puesto el cuerno, y que el hombre la encuentre o bien, se entere.
Mujeres asesinas…
La cuestión va por el mismo camino, infidelidades, es lo más visible.
Ahora bien… Una mujer que asesine a otra mujer, esto si es un poco menos usual. ¿Y los niños?
Es curioso (aquí me enfocaré en una historia en especial, ya que los niños asesinos, es algo un tanto más extraño)… Porque, hace algunos meses, comencé a leer la historia de Robert Thompson y Jon Venables. ¿Qué tienen de especiales estos 2 niños?
Comencemos, ambos nacieron en Liverpool, Gran Bretaña, en 1983 (tendrán en la actualidad como unos 28 o 29 años). Ambos provenientes de familias «disfuncionales». En la escuela, iban mal, reprobaban materias, había cuestiones tales como alcoholismo, violencia familiar y divorcios en ambos lados. En el caso de Robert había una cuestión y era que había aprendido a desconectarse emocionalmente, es decir, todo aquello por lo que había pasado, no lo sentía más, y más porque sufrió el abandono de su padre, que lo abandonó cuando este tenía unos siete años.
No daré más detalles sobre su vida, en 1993, teniendo 10 años, en un centro comercial, se llevaron a un niño de nombre James Bulger(2 años), hubo testigos que mencionaban cómo era el comportamiento de los niños hacia James (me pregunto por qué nadie hizo nada en ese momento) se llevaron al niño del centro comercial hasta un descampado junto a una vía férrea, cerca del río, unos cuatro kilómetros, se dice que fueron unos treinta y ocho testigos quienes los vieron pasar (vuelvo a lo mismo, ¿por qué demonios nadie hizo nada), incluso hubo quien comentó que se le miraba a James lloroso y con magulladuras en la cara.
Pero esto no sería todo, llegando a la vía, desataron toda la ira sobre el pequeño James y no mostraron piedad alguna. Primero lo pintaron de verde, después le arrojaron ladrillos, lo golpearon varias veces con una barra de metal. Thompson le propinó una patada tan fuerte en la cara que le dejó la huella marcada en la piel. Le rompieron las manos y dedos pisotéandoselos. Después, le quitaron los pantalones y el pañal, para torturarlo con baterías eléctricas, mismas que fueron utilizadas como parte del abuso sexual que cometieron con él. Al parecer estaban muy emocionados porque comenzaron a brincar sobre el pecho y estómago del pequeño, para después comenzar a patearle el vientre, al grado de reventárselo. Ya una vez que el murió el niño, colocaron el cadáver sobre las vías, para que el tren lo destrozara y simular un accidente, y se fueron muy feliz y tranquilamente a sus respectivas casas.
Ahora la cuestión es… ¿Se hace o se nace?
Veamos ambos casos.
Si observamos el «se hace», podemos darnos cuenta que los asesinos suelen tener de alguna forma, un patrón, como lo es, una familia disfuncional, padres alcohólicos o drogadictos, violencia, abusos sexuales de por medio, y una gran variedad de cosas, el detalle radica en que el individuo, va creciendo con ello, lo va «adquiriendo».
En el aspecto de «se nace» existe lo que se denomina «Síndome XYY». El síndrome XYY es una anomalía (específicamente una trisomía) de los cromosomas sexuales.
Apróximadamente en los años 60’s y 70’s comenzó a hablarse de un cromosoma que podría «distinguir» de alguna manera a los criminales. La anomalía del cariotipo XXY, comenzó a denominarse Síndrome 47 XXY o del «superhombre». Las pruebas se centraron individuos recluídos en cárceles y hospitables de máxima seguridad con conducta criminal, violenta o agresiva. ¡Sorpresa! Se encontró un número elevado de individuos, los cuales poseían el síndroma, con ello se hizo pensar que de alguna u otra forma, habían encontrado un patrón en la conducta criminal (individuos agresivos o violentos, o retrasados).
Es un instinto de supervivencia, tal y como sucede en el reino animal, así como cuando llega un león y se enfrenta a otro por ser el macho dominante, si el recién llegado vence al otro, mata a sus cachorros. Para así poder procrear nuevos cachorros con la leona, si no los mata, tendría que esperar 2 o 3 años y esperar a que la leona ovule.
Llevamos el instinto asesinos en nosotros (algunos lo muestran, otros simplemente lo ocultan y parecen personas tan tranquilas), es cuestión de que algo active ese mecanismo.
Luego hablaré sobre un experimento de psicología que se realizó en una cárcel.
¿Se puede corromper a un ser humano?
Saludos.